Qué se esconde detrás del pasado histórico de Aracena

La ciudad hispalense de Aracena es un destino turístico y cultural que ofrece una rica historia, paisajes inolvidables y tradiciones tan arraigadas como el pueblo minero. En las altas sierras onubenses se encuentran los restos de la vieja mina la mina de San Gabriel. También es posible visitar el museo arqueológico que está destinado a poner en valor las diferentes fases de vida del municipio.

En su larguísima historia, la ciudad tiene una de sus claves principales en la época reconquista cristiana, especialmente en torno al siglo XIII. En este período se producen diversas campañas de repoblación y se edifican las murallas que aún persisten hasta nuestros días defendiendo el núcleo histórico, un verdadero trofeo monumental. Sin embargo, la arquitectura cristiana apenas tiene representación visual ya que casi todo lo visible pertenece al arte y arquitectura mudéjar.

El período romano también tuvo una huella importante en el pasado del municipio hispalense, siendo uno de sus asentamientos poblacionales más importantes. Con la llegada de los romanos se empezaron a construir vías para facilitar el transporte de las diversas mercancías desde Basteta (la antigua denominación de Aracena) hacia otras partes de España y Europa.

La historia que guarda esta ciudad minera está llena de secretos y misterios. Desde la presencia original de los pueblos prerromanos hasta la ocupación por los árabes, los lugares más emblemáticos conservan el testimonio arqueológico de una evolución humana llena de esfuerzos, luchas y logros.

Un pasado que se hace presente a través del arte

Como una ciudad con influencia medieval, Aracena ofrece un patrimonio cultural inigualable. La mezcla entre los diversos estilos arquitectónicos es un claro reflejo de la rica historia en la que ha vivido este enclave minero andaluz. En pleno centro del núcleo histórico se encuentra La Iglesia de San Pedro. Sus fachadas y torres presentan una belleza singular, así como otros detalles arquitectónicos dignos de ser observados.

Dentro de la iglesia es preciso citar a los pintores más destacados que han trabajado en este hermoso templo y en otras localizaciones alrededor. Destacarse el escultor Mariano Benlliure como creador de las estatuas que adornan el presbiterio, realizadas a finales del siglo XIX. Está claro que la belleza es una de las marcas distintivas para definir el carácter histórico-artístico de esta emblemática ciudad minera.

Además de los monumentos religiosos, en Aracena no escasean otras construcciones de mayor importancia. Las Murallas Medievales son uno de los ejemplos más representativos de la defensa urbana medieval que pervive en la actualidad, aunque han sufrido muchas transformaciones a lo largo del tiempo.

La historia de Aracena no solo se relaciona con las estructuras religiosas y edificios civiles. Tampoco se puede olvidar en la riqueza artística que ofrece esta ciudad la presencia de diversas pinturas y esculturas, piezas tan valiosas que han merecido ser incluidas definitivamente en los catálogos de patrimonio cultural.

Es importante no separarse de este legado histórico mediante la contemplación de una Fiesta local donde aún se conservan aspectos del folklore minero y el artesanismo andaluz. La Hermandad del Prendimiento, por poner un ejemplo, tiene su inicio en estas fechas festivas.

Un arte al servicio del patrimonio cultural andaluz

A lo largo de los siglos, Aracena ha tenido la suerte de ser el centro importante de varias fiestas tradicionales que no se han extinguido con el paso de la historia. Un claro ejemplo es la Fiesta de la Semana Santa, una representación religiosa y artística en vivo. Esta rueda festiva ha pasado a formar parte del arte popular andaluz.

En Aracena, por otra parte, la influencia del arte moderno comenzó a hacerse patente en el siglo XIX con obras de pintores andaluces, cuyas piezas se encuentran dentro del templo religioso y otras construcciones que lo rodean. Diversos artistas han trabajado para dar forma a los frescos que decoran las paredes de la nave central.

Se deben citar también los pintores regionalistas en la historia cultural hispalense, quienes contribuyeron enormemente en el desarrollo del arte plástico local mediante cuadros que capturaban perfectamente las características únicas de esta población. De hecho, los mismos cuadros fueron expuestos posteriormente en la sala de pinturas al óleo de El Museo.

Las huellas mudéjares se pueden ver tanto a través de los muros como sus torres, sin que olvidemos otros importantes puntos emblemáticos como las calles. Por supuesto también se nos vuelve a encontrar las fachadas mudéjares, hermosos ejemplos de arquitectura histórica muy particular.

Las pinturas que adornan el templo son otra faceta de la gran riqueza cultural, al igual que los cuadros localizados en otras localizaciones. Las huellas del arte mudejar han pervivido a lo largo de muchas generaciones con su influencia en todo el municipio.

La presencia romana y sus testimonios

La historia de Aracena puede remontarse más atrás, al período donde se formó la civilización romana. También fue una ciudad muy importante durante el período en que los romanos extendieron su jurisdicción territorial.

A la llegada de los emperadores romano-italianos se construyeron vías importantes para facilitar el transporte hacia otros destinos del Imperio Romano, como Basteta. La gran influencia de los romanó en las culturas indígenas es patente a través de sus propias artes.

Desde la antigüedad hasta la actualidad ha ido pasando todo tipo de acontecimientos que han permitido consolidar el rico arte y cultura araceneña a lo largo del tiempo. Es importante no olvidarse, por ejemplo, de las festividades locales, como hemos explicado en artículos anteriores.

El legado cultural dejó también una fuerte herencia entre la gentecita de esta localidad hispalense a la hora de hacer artilugios caseros, una labor que se ha ido desvaneciendo sin dejar rastro alguno sobre las técnicas utilizadas. Sin embargo, no fue suficiente para eclipsar el legado histórico-cultural al ser Aracena un destino preferido del turismo.

Aracena siempre estará presente en los sueños de aquellos turistas que buscan relatos sobre un pasado rico artística y cultural muy particular. Con la llegada de los visitantes a esta tierra hispalense, se abren las puertas hacia la historia local para quienes desean disfrutar de estas maravillas.

Arte indígena: el período prerromano

La ciudad como tal tiene su origen en una época muy antigua. Con anterioridad incluso a la expansión territorial romana por un territorio que llegó muy extenso se asentaron las primeras tribus indígenas, cuya presencia dejó de paso también otros muchos testimonios culturales.

Todavía perviven algunos vestigios del legado artístico de estas tribus locales. De hecho podemos ir en busca desde la pintura hasta varias actividades relacionadas con su producción artesanal y las celebraciones populares que se realizan cada año.

En efecto, por otro lado no está desvinculado tampoco el desarrollo de esta ciudad a lo largo del paso de las generaciones de artistas locales: es bien sabido también, por ejemplo, desde los tiempos antiguos.

De la riqueza artística local se nos puede decir también que pervivió en muchas formas a lo largo del tiempo y en varios ámbitos. Esto no olvida el legado de otros artistas que fueron pioneros en la conservación de las huellas culturales tan queridas por sus correligionarios.

El legado histórico ha pervivido gracias también al hecho, sin duda alguna, de que hay quienes aún hoy día celebran a lo largo de cada año una serie importantes actividades con cierto valor artístico y cultural.

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