
Qué secreto esconde Aracena con su rica herencia arqueológica

Aracena, una región ubicada en la provincia de Huelva, España, ha sido durante siglos un destino popular para aquellos que buscan explorar las ruinas del pasado. Su rica herencia arqueológica es el resultado de las diferentes civilizaciones que han habitado este lugar, cada una dejando su marca y contribuyendo a la complejidad de esta historia. En este artículo, vamos a desglosar algunos de los más importantes secretos que esconde Aracena con su herencia arqueológica.
La región está rodeada por pueblos indígenas anteriormente colonizados por las diferentes civilizaciones europeas que también han dejado su marca en la riqueza patrimonial. Por ejemplo, el río Tinto y el río Odiel, pasan a través del municipio y de este modo han jugado un papel muy importante tanto para su población como para el desarrollo económico por estar llenos de oro y plata que los romanos buscaban explotar.
Esta riquísima zona arqueológica que rodea al pueblo está compuesta por minas y yacimientos, y desde hace miles de años ha sido un destino atrayente. Los minerales presentes en esta parte del mundo han atraído a los primeros habitantes de este lugar.
La combinación única del relieve local y de las fuentes naturales que se encuentran en Aracena la ha convertido en una importante ruta comercial, lo que provocó que hubiera varias culturas que se quedaran en esta comarca durante varios siglos. En las excavaciones encontramos piezas únicas que representan cada civilización distinta y que con el tiempo han dado forma a los objetos de todo tipo desde herramientas hasta ornamentos.
Los resultados de unas excavaciones realizadas en este lugar confirmaron lo profundo conocimiento científico poseían estos antiguos habitantes, que poseíamos métodos para extraer minerales valiosos más allá de las vías usuales de la época.
Los Íberos: civilización indígena prerromana

Los íberos eran un grupo étnico antiguo originario del sur de Europa en la península ibérica que vivieron una cultura próspera y compleja antes del dominio romano. Durante el siglo III a.C, llegó a su máximo apogeo debido al control sobre las minas de hierro existentes en el norte de Aracena.
Sus descubrimientos arqueológicos se remontan a los años más alejados del pasado y han confirmado la presencia indígena prerromana que anteriormente vivió en esta región. Estos restos muestran evidente influencia celta, especialmente por lo que a sus representaciones artísticas referidas se refiere. De una forma general, también se pueden identificar algunos paralelismos entre la configuración de diferentes pueblos y culturas arcaicas en aquella época.
Estos objetos dieron pie también a los primeros intentos de construcción de monumentales estatuas que servían como símbolo de su poder.
En general, el descubrimiento del hallazgo del "Tesoro Ibérico" no tiene comparación con ninguna otra civilización que hasta la fecha ha alcanzado tal esplendor artístico, al considerar por ejemplo las obras maestras escultóricas de los griegos o romanos.
Los Romanos en Aracena

Una vez conquistada "Cantueño", la colonia romana que se unió a "Híspalis" formando parte del área provincial, se decidió crear más infraestructuras que llevaran la actividad minera y metalúrgica a su máxima producción. Fueron construidos nuevos caminos por donde transitaran carros cargados de minas hasta las ciudades principales.
Una vez que los romanos conquistaron territorios y regiones para ampliar sus fronteras, también construyeron puertos y vías marítimas a gran escala como una forma de proteger estos importantes asentamientos. Con estas construcciones se logró dar por aliviada toda la demanda que provocaban las minas de hierro y los yacimientos existentes en el norte de Aracena.

Las estructuras arquitectónicas presentes en nuestro entorno son muestra del esfuerzo que hicieron para extender a lo largo de la región todo tipo de infraestructuras. Fue precisamente por este motivo, durante siglos y desde sus orígenes antiguos, Aracena siempre fue una metrópolis próspera de gran importancia.
Entre estas estructuras arquitectónicas enclavadas se encuentra la "Luz de Tariq", donde el general Tarik, trasladó su campamento a finales del siglo VIII cuando se produjo la conquista musulmana de la península ibérica.
Vestigios de una Cultura Romana Antigua

Su herencia cultural en Aracena es testimonio de que los romanos eran una civilización innovadora, con conocimientos técnicos y científicos a muy alta nivel. Sus descubrimientos arqueológicos demuestran el progreso logrado hasta su época, entre las mejores manifestaciones están todas aquellas relacionadas con la ingeniería hidráulica.
Durante siglos y en toda la Península Ibérica, los romanos trataron de civilizar a los pueblos prerromanos mediante sus conquistas. Con el tiempo lograron integrarlas en las estructuras sociales para asegurar su estabilidad e influencia por muchas décadas.
Estos sistemas diseñados fueron de gran ayuda para la distribución acueductos que surtían al importante núcleo habitacional que comenzó a surgir en esta región.
Vestigios de una Cultura Visigoda

Con el declive del Imperio Romano y las sucesivas guerras civiles, la península ibérica sufrió una serie de asentamientos bárbaros. En estos tiempos convulso para Europa, un pueblo germánico visigodo que llegaba desde Francia e Inglaterra empezó a conquistar grandes zonas del territorio y someter a sus habitantes con la ayuda de otros pueblos.
Esto no significaba que ya hubiera un proceso de desplazamiento total. A partir de este momento en nuestro país, se produjo una mezcla cultural evidente entre los visigodos y los romanos dueños hasta ese entonces del territorio.
A partir de la fundación de "Toledo" como capital política en el siglo IV tras su unificación, hubo un rápido establecimiento de una serie de pueblos distintos al verano, por lo que desde esta fecha se puede hablar ya con seguridad de la existencia de diferentes culturas.
Estas tribus germánicas también dejaron su huella sobre las estructuras de edificación de los restantes reinos cristianos visigodos.
Conclusión
Aracena ha sido una tierra conquistada y habitada por todas aquellas civilizaciones que se han venido arrastrando a lo largo del tiempo, cada cual ha dejado su marca e influencia dejándolo así muy rico en arte, arqueología, arquitectura. Sin duda la visita al Museo de Prehistoria es obligatoria una experiencia que hay que aprovechar.
El valor de los descubrimientos realizados hasta el día de hoy es bien conocido, no solo por su importancia histórica y museográfica sino también como elemento fundamental para garantizar nuestra identidad compartiendo la experiencia con posteriores generaciones.
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