
Qué hay detrás de las famosas rutas del Jamón de Aracena y sus rutas

La región española de Extremadura es conocida por su gastronomía excepcional, donde el jamón ibérico es la pieza central. Sin embargo, en un municipio cercano a esta región se encuentra una de las destrezas más destacadas en cuanto al proceso artesanal del jamón: Aracena. En este poblado español pueden visitarse varias instalaciones dedicadas a la producción y secado del jamón ibérico, trayendo consigo un legado que representa mucho más que simplemente el producto gastronómico.
Aracena ha sido capaz de destacar su historia, cultura e infraestructura local al crear rutas que nos permiten recorrer cada etapa de la elaboración del jamón ibérico. Dicha cultura tiene sus raíces en un antiguo oficio artesano que se ha convertido en un auténtico tesoro para los amantes de la gastronomía y en una fuente principal de empleo para habitantes de Aracena. Los visitantes pueden recorrer de forma exhaustiva cada fase del proceso de elaboración hasta alcanzar el nivel final en la que el jamón cruza fronteras con grandes restaurantes y tabernas gracias a su exquisito sabor.
La importancia de estas rutas no está solo restringida al producto final, sino también tiene un profundo significado para la población local. Los campesinos son los responsables directos del éxito del producto ofreciendo una cuidadosa atención a las condiciones necesarias para el bienestar y salud de sus cerdas ibéricas y en su momento posterior, del tiempo para que puedan curar estos animales de manera óptima para después ser consumidos.
La producción artesanal
Debido a la tradición arraigada alrededor del jamón ibérico, se ha mantenido con el tiempo un proceso completamente artesanal de elaboración en las instalaciones de secado que hacen famosas las rutas del Jamón. En todas ellas es posible observar cómo cada animal seleccionado para ser transformado en jamón es criado y cuidados por una generación familiar conocida a lo largo de la historia como "guarda de los cerdos", donde ellos se hacen cargo de todo tipo de labores relacionadas con el bienestar de las mismas.
Se ha mantenido durante siglos esta práctica, aseguradoras que el nivel de sacrificio y dedicación sea tal que muchos de estos campesinos pasan un 35 por ciento de sus horas trabajando para mantener con vida a estas bestias. Además, no solo son cuidadas hasta su muerte con sumo cuidado, sino también se garantiza el bienestar del animal con una alimentación adecuada y el cumplimiento estricto de todos los requisitos de seguridad necesarios.
Este proceso tan laborioso ha permitido que estos campesinos obtengan un producto final al más alto nivel en calidad. Una carne muy apreciada por su sabor intenso que se convierte en algo muy solicitado dentro y fuera de España.
La crianza cuidadosa
La relación entre la crianza y las condiciones necesarias para obtener el jamón ibérico ideal ha llevado a los amantes del producto a celebrar eventos organizadas por diferentes tabernas y bodegas locales. Aquí, los mejores jamones seleccionados son exquisitamente disfrutados antes de ser probando en los numerosos festivales de degustación que año tras año se hacen en honor al tesoro gastronómico del pueblo.
La relación entre estos cerdos de raza ibérica y las condiciones necesarias para lograr sus maravillas culinarias se deben a un proceso muy cuidadoso e intensiva. En primer lugar, es necesario garantizar la tranquilidad y la salud perfectas en el animal antes de su destino, donde será curado por varias generaciones familiares.

Estos animales conocen su entorno desde que aún eran pequeños, recibiendo cuidados continuados a lo largo del tiempo y siempre con atención a los parámetros necesarios para ofrecer la mejor calidad posible. Es en este sentido donde resulta fundamental una constante supervisión de todos estos aspectos asegurando que el jamón sea de alta gama.
La tradición

Dentro Aracena existe un espíritu colectivo que mantiene vivo el proceso familiar hasta convertirse en la más importante fuente laboral del pueblo. El amor y dedicación con los animales curados hace que se mantenga la esencia artesanal de esta pieza gastronómica, trayendo a las rutas del Jamón Aracena un carácter histórico de estas destrezas.
Por ello cada jornada alrededor de estos animales supone un tesoro inapreciable con el valor añadido de saber que se cuidan y protegen cada uno como si fueran seres humanos. Esto lleva a la existencia de los mejores jamones, fruto esta labor donde también participan personas anónimas, colaborando para darle vida a este tesoro.
Se ha llegado hasta aquí gracias a un proceso perfectamente controlado que desde el paso de tiempo ya se está empezando a perder. Sin embargo todo esto hace que sean unos jamones inigualables por su sabor intenso y único.
Conclusión

Las rutas que surgen a raíz del famoso Jamón de Aracena abren la puerta a múltiples aventuras culinarias para visitantes procedentes de todos los rincones de España. Para ellos, cada recorrido por las instalaciones de secado puede ser una oportunidad de descubrir secretos artesanales que se mantienen en todo lo que ha sido este pueblo alrededor del desarrollo y producción.
Cada viajero puede así conocer a fondo el proceso hasta desembocar un producto de alta calidad con características únicas como son su sabor intenso. La visita a las fábricas, junto otros puntos y visitas imprescindibles en el entorno de Aracena, permite descubrir la profundidad cultural e histórica existente atrás de estos productos y cómo se ha ido conformando estas tierras desde generación tras generación para convertirse sin duda en un tesoro local más que un producto común.
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